Y Ahora qué...

 Preguntas, muchas preguntas y no hay respuestas certeras.  Información, mucha información sobre supuestos, pero no hay nada que calme este corazón que duele. ¿Sabes lo único que me queda?  Pensar que hubieras hecho si hubiera sido yo. Pensar cómo te acercarías a mis padres ( lo hice) Pensar en revisar que después de que yo me vaya no haya nada boleta en mis redes ( ya lo hice) Servir de apoyo a las personas que, aunque no tan cercanas, están impactadas con tu partida. ( lo estoy haciendo) Respeto mucho tu partida. Pero no estoy de acuerdo que me hubieras cerrado tanto de tu vida. Y tampoco estoy de acuerdo que yo me hubiera dejado cerrar.  Que enseñanza tan hijueputa nos has dejado acerca de la calidad de amistades con que nos rodeamos y cómo las tratamos.   

 Ay amiga,  Aquí estoy, retomando viejos hábitos. Con mucho dolor por tu partida. Aún recuerdo la última vez que hablamos solas. Aún estabas adolorida de tu accidente. Luego nos encontramos para ver ese episodio de House of Dragons. Siempre tan ñoña.  Y con ese dolor en el corazón porque uno se vuelve amigo de solo ratos. Y tomaste una decisión que unió a un grupo inmenso de personas con un corazón roto  y con montones de planteamientos.  Amiga, contigo, ya van cuatro personas que conocí en mi vida tomaron una decisión sobre la vida de ellos mismos. Esto es muy duro. ¿Me ayudas a acompañar a aquellos que quedamos haciendo duelo? Te quiero mucho, respeto tu decisión.